Cuando llegó el momento de renovar la cocina, me enfrenté a una decisión crucial: elegir entre cuarzo y granito para mi encimera. En una ocasión leí un artículo que mencionaba que el cuarzo suele tener un precio promedio de entre 50 y 100 euros por metro cuadrado, mientras que el granito puede variar de 40 a 200 euros por metro cuadrado. Al principio uno pensaría que el granito, siendo una piedra natural, sería la elección obvia para aquellos que buscan un toque más orgánico y auténtico. Sin embargo, las ventajas del cuarzo son también sorprendentemente atractivas.
El cuarzo, por ser un material sintético de ingeniería, ofrece más resistencia a manchas y bacterias. Esta funcionalidad proviene de su superficie no porosa. Esto significa que el cuarzo no necesita selladores anuales, lo que puede aumentar la eficiencia a largo plazo en términos de mantenimiento. Además, recuerdo haber visto una encuesta donde se mencionaba que, en promedio, los dueños de casa se mostraban un 20% más satisfechos con las encimeras de cuarzo debido a su durabilidad.
Por otro lado, el granito destaca por su singularidad. Cada pieza es única, lo que da a la cocina un aspecto exclusivo que muchos valoran. Su resistencia al calor también es una característica que la gente suele mencionar. Cierto día, un amigo chef me comentó que prefería colocar ollas calientes directamente sobre su encimera de granito sin ninguna preocupación. Sin embargo, en términos de durabilidad, aunque el granito es bastante resistente, las encimeras de cuarzo suelen ubicarse en el mismo rango de longevidad. Mientras que el granito puede durar varias décadas si se cuida adecuadamente, el cuarzo tiene una vida útil similar, generalmente entre 25 y 50 años.
Escuché sobre una empresa que se especializa en superficies de cuarzo afirmando que sus productos tienen un impacto ambiental reducido al integrar hasta un 94% de cuarzo natural mezclado con resinas recicladas. Mientras que el granito, al ser un material 100% natural, genera menos residuos durante su producción. Aquí uno debe preguntarse, ¿cuál es la prioridad: sustentabilidad o facilidad de mantenimiento?
Finalmente, para aquellos que tienen en mente las tendencias del diseño, el cuarzo suele ofrecer una gama más amplia de colores y patrones que se adaptan a cualquier estilo moderno. En el último año, el cuarzo blanco con vetas grises imitando al mármol fue el favorito en muchas ferias de tendencias de diseño de interiores. El granito, aunque varía en colores, mayormente se mantiene en tonos más terrosos y neutros. La elección entre cuarzo y granito depende principalmente de las prioridades personales, ya sea resistencia a manchas, singularidad, o preferencias de diseño.